FRONTERAS DE ARENA.
Tánger, 1935. La ciudad es un nido de espías y traficantes que urden sus tramas al amparo del puerto franco.
Philip Kerrigan, corresponsal del London Times para el norte de África, es un periodista curtido, un tipo desafecto y escéptico que contempla la vida con media distancia.
Su amigo, el capitán y cartógrafo Alonso Garcés, mucho más joven e idealista, vive apasionado por el desierto del Sahara, adonde viaja al frente de una expedición.
A la ciudad llega Elsa Quintana, una mejer que huye de su pasado.
Los tres personajes se van a encontrar en medio de una tela de araña marcada por el ascenso de la Alemania nazi y la conspiración militar contra la República española.
En los callejones de la medina, los puestos del zoco y las terrazas de los cafés se fraguará entre los protagonistas una tormentosa historia de amor triangular cercana por la intriga.
El Thriller histórico, la trama detectivesca y una particular poética cinematográfica conforman el nudo argumental desde el que se vislumbran al fondo las Fronteras de arena que dibujan las eternas pasiones humanas: el amor, los celos, la traición y el miedo a la muerte.
LA HUELLA DEL HEREJE
EL AMANTE ALBANÉS
En medio de la locura de la dictadura de Enver Hoxa, en medio de las purgas y la represión, a pesar de la mano férrea con que Zanum, un cargo destacado del régimen albanés, impone el orden y decreta el olvido en su propia casa, el amor y la pasión, los celos y el secreto no pueden permanecer eternamente silenciados.
Una Albania vieja subyace tras la contemporaneidad de los hechos, normas de carne y de sangre, culpas e infortunio que parecen transmitirse de una a otra generación cual herencia misteriosa y atávica.
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