lunes, 25 de mayo de 2020

FRANCISCO JOSÉ MOTOS MARTÍNEZ.






Francisco José Motos Martínez nació en Lorca. Su vocación más temprana fue la del periodismo. Diplomado Universitario en Gestión de Empresas y posgrado Universitario en Dirección Estratégica. M.B.A. en Economía.
Tras la publicación de su primera y exitosa novela: “El perseguidor de sueños”, se sumerge por completo en el mundo de la escritura. En esta etapa se publica “La estación del destino”, “La traición de un sueño”, “El abismo en la frontera” y numerosos trabajos de libros conjuntos.
Así mismo empieza a dirigir teatro. Guionista de series de televisión.
Ha impartido varios cursos de creación literaria.
Ha promovido algunos premios de literatura.
Es miembro del CAL (Centro Andaluz de Las Letras) Columnista de varios periódicos. El sol de Lorca, Vagamedipress, La actualidad y muchos otros.
Colaborador habitual de varios medios de comunicación. La 7 TV, Cadena SER y otros.
Escritor para vivir, escribir para sentir. Leer para ser libres, es su lema.




EL ABISMO EN LA FRONTERA.




Unas figuras extrañas, realizada con sangre y huesos sob re los muros de la imponente fortaleza de Xiquena ( a la que los árabes llamaban Gehena "del infierno"),  es lo que se encuentra el caudillo Alonso Fajardo, el Bravo, a su llegada a la lmisma.    Y lo que  es aún más proocuppante: las puertas, abiertas; y el interior, desierto de toda muestra de vida.    Más de doscientas personas han desaparecido sin dejar rastro alguno.
Acción e intriga en unos páramos desolado y bellos.   Una utopía hermosa por llevar a cabo, que tiene como personaje principal al primer poeta guerrrero de la frontera castellano-nazarí; y, junto a él, a la hermosa y misteriosa Yamileth.
La oportunidad de crear un mundo mejor, en circunstancias crueles.
El futuro de la humanidad se está construyendo sobre un abismo en el que se precipitan dos grandes y enfrentadas civilizaciones. ¿Será posible en esta ocasión?

Ficha técnica:

  • Titulo:                           El Abismo en la Frontera.
  • Autor:                           Francisco José Motos Martínez.
  • Editorial:                      Letras de Autor.
  • Páginas:                       276
  • Año de edición:           06/2017.


Vista del castillo de Xiquena y su entorno.


Vistas de los restos del castillo de Xiquena.


Vistas de los restos del castillo de Xiquena



sábado, 16 de mayo de 2020

LOS MOLINOS DE AGUA DE LA HUERTA MURCIANA

Vista de uno de los molinos hídricos de la huerta murciana.  El restaurado Molino del Amor.

El molino o grupo de molinos conformaban uno de los elementos más importantes de la economía de una comunidad en la antigüedad; podría ser regentado por una familia, grupo (cooperativa) de familias o incluso ser propiedad del Estado.
El molino en sus distintas variantes, era un elemento muy diseminado por toda la geografía de la región murciana.
Los molinos pueden ser clasificados  de diversos modos, atendiendo a su finalidad o al origen de la fuerza que mueve su muela.   Se pueden distinguir entre los de moler determinado productos, de extracción de agua, de batir o golpear y los más modernos de producir electricidad.
Según el producto objeto de la molienda, podemos clasificarlos como molinos harineros, molinos de aceite o almazaras, batanes o molinos traperos, así como molinos alfareros, caleros o yeseros, de pimentón, de uva, de arroz, etc.
Según la fuerza o energía que se utilizaba para mover su muela, se les denominaban de sangre, hidráulicos y de viento.
Según su ubicación se les llamaba fluviales, de canales, etc., a su vez puede ser flotante sobre barcazas y estos ser fijos o móviles.






En la región de Murcia hay uno muy característico y nuestro, como es el molino de “Cubo”.   Este es un molino hidráulico, formado por una especie de torre circular de varios metros de altura, que su diámetro se va estrechando progresivamente, lo que aumenta la energía cinética del agua al salir por el orificio inferior.                                      Esto producía una mayor presión del líquido que salía y con ello permitía mover muelas más grandes y con un mayor rendimiento.



Vista del interior del tubo en un molino de Cubo.



LOS MOLINOS DE LA CIUDAD DE MURCIA



Tras la fundación de Murcia en el 825 por Abderramán II, se creó una infraestructura de riego para toda la Vega Media del Segura que posibilitó la creación de la Huerta de Murcia.

En la ciudad de Murcia y su huerta más cercana, nos encontramos una extensa red de molinos junto al río Segura y por las distintas acequias de riego.
Los más importantes se ubicarón junto a la acequias mayores de Alquibla, que abastece la huertas de la zona sur y  Aljufía,  que abastece las huerta de la zona Norte.
Concretamente en la ciudad de Murcia su complejo molinar estaba compuesto básicamente por  4 molinos:



Margen derecha del río Segura

*Molino de los Álamos (Matadero).
*Molino del Rey o Molinos Nuevos (de 24 piedras).




Margen izquierda del río Segura

*Molino de San Francisco. Molino de Roque (en el Malecón).
*Molino de Coronas: aguas abajo del puente (no existe)



Vista de la fachada del Molino del Rey o Molinos Nuevos.



LA RED DE REGADIO TRADICIONAL EN AL HUERTA MURCIANA



En la huerta de Murcia la clave del sistema de regadío tradicional, es el aprovechamiento de las aguas del río Segura y su conducción a través de un sistema de acequias y azarbes.
La captación del agua se realiza desde el Azud Mayor de Murcia o Contraparada (S. IX – X), que eleva el nivel del agua hasta una posición en la que se encuentran las tomas de las dos acequias mayores, cada una situada en cada margen del río, la de Aljufía al norte (S.X) y la de Alquibla al sur (S. XII).


Estas dos acequias mayores se ramifican a lo largo de su recorrido en otros cauces menores, formando una amplia red de acequias con menor caudal, que abastece de agua a toda la huerta murciana.

Como datos interesantes tenemos que toda esta red de canales hídricos superan los 500 kilómetros, lo que la hace la mayor de España.   A su vez  todo este conjunto de caudales regula el microclima de todo este valle del Segura y mantiene el nivel freático, drenando el agua de las inundaciones o riadas.


Vista de un tramo de la Acequia Mayor de Aljufía.

 Pero esta red de acequias no solo se ha utilizado para el regadío, gracias a ellas se han movido molinos, almacenado agua para su consumo, para lavar la ropa, etc.

-Un dato curioso es la acequia mayor de Aljufía, que aparte de regar la zona norte de la huerta, servía para llevar el agua a la ciudad de Mursiya (Murcia), y a su vez para llenar el foso de defensa del lado norte de la ciudad, ya que la zona sur, estaba defendida por el propio río Segura.
-Esta estrategia militar de la utilización de las acequias, se utilizaban para inundar algunos puntos estratégicos en casos de necesidad, para impedir el avance y maniobra del enemigo, como hizo en los primeros años del siglo XVIII el cardenal Belluga en la batalla del huerto de las Bombas.



Los molinos se construían junto a estas acequias, para aprovechar el movimiento de sus aguas como fuerza motriz para sus rudimentarias industrias, como es el caso de la fábrica de Pólvoras, la fábrica de la Seda, del Salitre, de jabones, lana, curtidos, etc.

Para elevar el agua se construyeron artilugios mecánicos como son las norias, quedando la de la Ñora y la de Alcantarilla, y la aceña o ceña, que eran movidos por animales, o el ceñil que era movido por hombres.



Vista de una antigua ACEÑA, noria movida por tracción animal.



LOS MOLINOS DE EMPUJE POR EL AGUA, EN LA HUERTA MURCIANA


Los molinos de la huerta murciana se encontraban distribuidos en el curso del río Segura, y en las acequias, principalmente en las de mayor caudal o acequias mayores, como ya sabemos la Aljufía y la Alquibla, siendo la industria molinera la de mayor importancia en la economía de la comarca.


Vistas de algunos de los elementos de trabajo de un molino harinero.


Vistas de algunos de los elementos de trabajo de un molino harinero


Vistas de algunos de los elementos de trabajo de un molino harinero


En la huerta de Murcia había molinos de grano, pimentón, bataneros y de pólvora; pero con la decadencia de la molienda, algunos fuerón reconvertidos en generadores de energía eléctrica y otros abandonados.
Desde entonces, estos molinos han sido destruidos parcial o totalmente, y otros se mantienen en pie pero en un grave estado de deterioro, perdiéndose de esta manera un patrimonio histórico, cultural y etnográfico importante para entender la historia de la vega de Murcia.





-Se cree que en los tiempos mejores, la huerta murciana ha llegado a tener unos 36 molinos  molinos en funcionamiento, quedando en la actualidad y en diferentes estados de conservación unos 15, siendo estos  la huella que dejaron sus pobladores tras la búsqueda y el aprovechamiento del agua




RUTA ENTRE NORIAS Y MOLINOS, SIGUIENDO EL CURSO DE LA ACEQUIA MAYOR DE ALJUFÍA.


La Acequia Mayor Aljufía es una de las dos acequias mayores que vertebran la red de riego tradicional de la Huerta de Murcia. Nace en el Azud Mayor de Murcia o Contraparada, situado entre las pedanías de Javalí Nuevo y Javalí Viejo, presa que acumula el agua del Río Segura haciendo subir su nivel y permitiendo que de ella surjan las acequias mayores que conducen el agua hasta las menores. 

La Acequia Mayor Aljufía abastece de agua a todas las huertas al Norte del río Segura, de igual forma que la Acequia Mayor Alquibla, le proporciona el riego a todas la huertas al Sur del río Segura.



-Este recorrido siguiendo el curso de la Acequia Mayor de Alfujía, tiene una longitud aproximada de 37 kilómetros y se desarrolla por diversos carriles, carreteras, sendas, etc., de la huerta murciana.
Después de tomar contacto con el entorno a lo largo de esta  acequia de Aljufía, destacando la importante presencia que tuvierón estos ingenios hídricos y que constituyen el itinerario de este recorrido, veremos molinos, acueductos, norias, puentes, etc., visitando y conociendo  algunos de los que aún quedan en diferentes estados de conservación.


Vista de la Rueda de la Ñora




Los molinos que veremos a lo largo de este recorrido, son aquellos que aún quedan o conservan parte de su estructura y tienen relación con la acequia mayor de Aljufía; así como otros elementos que no siendo molinos propiamente, sí tienen o  han tenido que ver en el movimiento de estas aguas, como es el caso del Azud, ruedas, norias, acueductos  y puentes.



Esta ruta comienza pedaleando en la zona de la Albatalía, en el Molino de Amor, que se encuentra en la carretera de la Ñora ente los límites de La Arboleja y La Albatalía.







MOLINO DEL AMOR:


Vista del Molino del Amor 

Actualmente es uno de los pocos molinos que está siendo recuperados, fue propiedad de las monjas Agustinas desde finales del siglo XVII, siendo en la actualidad de titularidad municipal.
Se piensa que está construido sobre otro molino medieval.

Aproximadamente su planta tenía unos 160 m2, su ubicación coincide con el punto de partición de la acequia mayor de la Aljufía en tres ramales, la propia acequia mayor de Aljufía, la de Caravija a la derecha y la de Zaraiche a la izquierda.
Fue casa y molino de dos piedras, a su vez dispone de tres ojos, dos de ellos para el movimiento de su maquinaría hidráulica y el tercero de aliviadero.





-Dejamos este molino y observamos que en sus proximidades y en el carril de Torre Molina, hay un edificio antiguo junto a una solitaria y altiva chimenea. Este edificio que data de principios del siglo XIX, y considerado como casa-torre, es la ermita de los Clérigos.

En el edificio principal acogía una ermita, tiene planta rectangular, ventanas convertidas en balcones que no sobresalen de la fachada, las edificaciones anexas y posteriores reformas, han desvirtuado su uso religioso. Destaca en su entorno por su intendo colorido.


-Abandonamos esta casa-torre de los Clérigos y continuamos siguiendo el curso de la acequia de Aljufía, pasamos el puente de Doñana y seguimos por la carretera de la Ñora.

Poco después dejamos a nuestra derecha el pequeño puente de Zaragoza sobre la Aljufía, que nos permite ver su caudal.



Seguidamente llegamos a lo que queda del MOLINO DE RODA; este molino disponía de 3 piedras.
Cada piedra estaba formada por 2 parejas, una muela fija llamada “asiento” y otra muela que daba vueltas llamada “corredera”. El diámetro de cada una de las muelas era de 1,20 m., y su grosor de 0,80 m.
Sus engranajes se engrasaban con sebo de borrego.
En este molino se molía todo tipo de granos para hacer harina para el consumo humano o animal. Se molía trigo, cebada, maíz, lentejas, garbanzos, pimentón, etc.
La producción de cada piedra podía legar a los 1200/1500 kilos de harina diaria.
En la actualidad, tan solo queda una pequeña parte que se utiliza como vivienda.






El siguiente molino que encontraremos en nuestra ruta es el MOLINO DE 4 RUEDAS O DE FUNES, su estado de conservación es precario ya que prácticamente está en ruinas, aunque se pueden apreciar detalles de su construcción, su infraestructura y las casas de su alrededor.
Este se encuentra apenas 160 metros del anterior y fue molino pimentero de 4 piedras (s. XIX).



Vista del Molino de 4 Piedras o de Funes

Junto a este molino de Funes, aun se puede observar la casa de Funes, característica por su color rojizo.
En la actualidad en total abandono, aunque aún se puede apreciar un conjunto, que embellece el entorno junto con el molino.

Vista de la Casa Roja de Funes


Continuamos el recorrido de la Aljufía y poco después nos encontramos con dos antiguos puentes.  A muy pocos metros después y a nuestra derecha, tendremos una derivación de la acequia mayor de Aljufía a la acequia menor de Bendame.




Vista del quijero (derivación) de la acequia mayor de Aljufía e inicio de la acequia menor de Bendame.


Tras un corto tramo por esta carretera de la Ñora, llegamos al puente de Magaz, camino de Guadalupe. Nos desviamos a la derecha y cruzamos por el puente la acequia mayor de Aljufía, continuamos durante 260 metros y a nuestra izquierda tendremos el carril de los Silvestres, el cual discurre siguiendo el curso de la acequia mayor de Aljufía, ahora la ruta prosigue por este tranquilo y bello carril de los Silvestres, entre arboledas de ribera, pequeños y cuidados huertos de hortalizas y frutales, donde podremos ver a nuestra derecha el perfil del monasterio de los Jerónimos.



Vista el Monasterios de los Jerónicmos (La Ñora)


Vista de la Acequia Mayor de Alfujía y su ribera.

A lo largo de este carril nos encontraremos otros dos molinos, el molino antiguo de la Pólvora y el molino de los Casianos.


Vista del Molino antiguo de la Pólvora.

El MOLINO ANTIGUO DE LA PÓLVORA; también conocido como el molino de los Canalaos, datado del S. XVIII y situado en la misma acequia. 
Antiguamente en el Rincón de Beniscornia se encontraba la antigua fábrica de la pólvora, que hacia uso de la corriente de estas aguas para mover el gran molino con el que se picaba en los porteros la pólvora.
Solo quedan algunos restos de los canales y del pantano ya que sufrió varias voladuras.
Aun se pueden apreciar el sistema de batanes que lo hizo funcionar antes de transformarse en molino harinero y pimentonero.






El Ayuntamiento de Murcia trabaja actualmente en la recuperación de esta infraestructura, con un proyecto que ha sido consensuado con la Junta de Hacendados y con la colaboración de los propietarios de los terrenos privados.








A 1 kilómetro después se llega al MOLINO DE LOS CASIANOS; también conocido anteriormente como el molino de Puxmarín o de la Ñora, llamado así por pertenecer al mayorazgo fundado por Alonso Vormediano y doña Catalina Puxmarín. 
Este molino harinero datado del siglo XVIII, tiene 3 piedras con dos escurridores. Es el único que se encuentra en buen estado de conservación, estando en la actualidad habitado.
Propiedad de los Jerónimos, situado en una localidad que hace honor a su nombre por el cultivo de las Ñoras, fue donde tomó fuerza la producción de valorado pimentón murciano.






Vista del molino harinero de Casianos sobre la acequia mayor de Aljufía.

Dejamos este molino y salimos a la carretera de la Ñora, giramos hacía nuestra derecha y nos encontramos frente a la espectacular RUEDA DE LA ÑORA.

Vista de la  Rueda de la Ñora.

-Notorio artilugio hidráulico de origen árabe de elevación de agua de regadío-.
La noria es movida por el empuje del agua de la Aljufía contra sus palas, y hace que el agua introducida en sus cangilones se eleve para ser vertida en un acueducto, que a su vez, llevará estas aguas a regar los terrenos más altos.


La Rueda de la Ñora tiene un diámetro de 10 metros y fue solicitada en 1408, finalizando su construcción y puesta a pleno rendimiento en 1416. Con el paso del tiempo tuvo que ser sustituida varias veces, en 1868 se instala la última construida en madera, siendo reemplazada en 1936 por la actual de hierro.


Rueda de la Ñora
Nuestro recorrido continúa remontando el curso de la acequia mayor de Aljufía, para lo cual debemos cruzar el puente de la Ñora y seguir la carretera que tendremos a nuestra derecha.




Inicialmente es un tramo de carretera asfaltada, pero al llegar a la rambla de la Ventosa y cruzarla, se convierte en un cómodo y precioso camino de tierra con una longitud de 330 metros, que converge frente a la puerta principal de la fábrica de pólvoras, en la carretera de la Ñora.


Vista de la parte de la huerta murciana, al fondo la sierra de Carrascoy

Ahora, continuamos por esta carretera de la Ñora en dirección Sur, hacia Alcantarilla. Cruzamos el río Segura y continuamos por el primer camino asfaltado que encontraremos a nuestra derecha y que corresponde a la carretera de la Puebla de Soto.


-A partir de ahora pasaremos por algunos puntos del municipio de Alcantarilla, que considero que por su belleza e interés histórico, son imprescindible de conocer y visitar, a pesar de que no corresponden a la acequia mayor de Alfujía, sino de la acequia mayor de Alquibla-.
Estos puntos son: puente de las Pilas, el acueducto de los Arcos y la Rueda de Alcantarilla.


 A penas 200 metros, tendremos a nuestra izquierda el puente de las Pilas”, es un puente medieval restaurado recientemente de un solo ojo, que permitía el paso sobre la acequia mayor de Alquibla.  A este puentecito alcantarilla le debe su nombre, pues Alcantarilla significa “puente pequeño”.Los materiales de construcción de este puente son arcilla y ladrillos.


El restaurado Puentecito


Esta carretera de la Puebla de Soto, converge en al Avda. Principe, la cruzamos y continuamos por la calle de enfrente y tras un zigzagueo de calles, llegamos a la c/ senador Bartolomé Romeo Romero.   A lo largo de toda esta calle podremos disfrutar de un maravilloso acueducto árabe, su nombre es ACUEDUCTO DE LOS ARCOS.Una construcción de 200 metros de larga con 22 arcos, datada del s. XIV, y levantados sobre la rambla de la “Caña”.
El motivo de su construcción tiene relación con la construcción de la Noria de Alcantarilla.



Acueducto de los Arcos

Mampostería de ladrillo






Vista de algunos de los travesaños o aguja de madera que se utilizó para aguantar los costeros de madera del andamiaje.



Llegamos hasta el final de esta calle y giramos hacia nuestra derecha, en pocos metros nos encontramos la preciosa NORIA DE ALCANTARILLA; una construcción de estilo árabe y datada del siglo. XV.



Al principio como todas las demás su construcción era de madera, y no fue hasta el año 1956 cuando se modernizó su mecanismo. Su misión como en otras infraestructura hidráulica parecidas, fue elevar el agua y a través del acueducto regar la zona alta de Alcantarilla.












Proseguimos la ruta, volvemos a cruzar la Avda. Príncipe tomando la calle que hay frente a la puerta de entrada al museo de la huerta de Alcantarilla, que corresponde a la calle Ermita La Salud.     Esta calle nos llevará a la mota derecha del río Segura, pasando antes por otro tramo del acueducto de los Arcos y por la ermita de Ntra. Sra. De la Salud.

Parte del acueducto de los Arcos


Ermita de Ntra. Sra. de la Salud





Una vez en la mota giramos hacia nuestra izquierda, remontando el río en dirección hacia la Contraparada. 




Comenzamos a ver las primeras casas de la pedanía de Javalí Nuevo, pasamos el “puente de la pólvora”, la ruta continua por la mota.

Vista del Puente de la Pólvora

Aproximadamente a 1,3 kilómetros desde el puente de la fábrica de pólvoras, llegaremos a otro puente actualmente reconstruido, tomando el nombre de su antecesor, el PUENTE DE LAS OVEJAS.


El 27 de agosto del año 1271 el rey Alfonso X autorizaba a diversos vecinos de Murcia a la construcción de un puente sobre el río Segura, que acabó tendiéndose en Javalí Nuevo. Así, el ganado, que procedía de Castilla y venía a invernar a nuestra región, podría cruzar de una ribera a otra sin tener que recorrer largas distancias.



Al final de la mota del río nos encontramos con el AZUD MAYOR DE MURCIA; también llamado “La Contraparada”, es el motor de la ingeniosa red de regadío de la huerta murciana.




El origen del Azud Mayor de Murcia puede remontarse a la dominación musulmana, y su construcción data de los siglos IX y X.    Su finalidad es frenar la fuerza del río Segura, a la vez que elevar el nivel del agua, para facilitar su desvió y abastecer las dos acequias mayores de Aljufía y Alquibla, que la reparten hacia los cultivos de la huerta de Murcia, a través de una ingeniosa red de canales o acequias de riego.


La estructura original de esta barrera ha sufrido diferentes remodelaciones debido a las continuas avenidas, ya que se trataba de un río natural sin regulación.


Foto antigua del Azud Mayor de Murcia. Propiedad del museo de la huerta de Alcantarilla.

Dejamos atrás la contraparada y cruzamos el río Segura por un puente de madera, que nos da paso a un área frondosa de arbolado.




Al otro lado de este puente, podemos observar el punto de captación de agua y origen de la acequía mayor de Aljufía.


Vista del río Segura y a la derecha de la foto, el elemento de captación de agua e inicio de la acequia mayor de Aljufía.

En el otro extremo se encuentra la empresa de tratamiento de aguas y de ella sale el camino de la contraparada, una pequeña carretera asfaltada que llega hasta la entrada de Javalí Viejo.
Nos introducimos por ella y a unos 600 metros y a nuestra izquierda, podemos ver los restos del antiguo ACUEDUCTO DE LOS FELICES.


Vista de los pocos restos del Acueducto de los Felices  (Javalí Viejo).

Los restos de este acueducto se encuentra en bastante mal estado y oculto entre cañas, está datado de los siglos XVII-XVIII y se encuentra en la pedanía de Javalí Viejo.
Está catalogado como BI (Bien Inventariado).


Dejamos este antiguo acueducto y continuamos por el camino de la contraparada, giramos a la izquierda y tomamos la carretera de Javalí Viejo. Nada más entrar en esta pedanía y siguiendo la calle Purísima, nos encontramos un jardín y en el  la NORIA DE LOS FELICES.

Noria de los Felices (Javalí Viejo)

Arrancamos nuevamente, dejamos el jardín y giramos por la segunda calle a la izquierda en busca de la calle Camino del Cementerio, llegamos al puente Ventosa, un puente de dos ojos que cruza la rambla del mismo nombre, y continuamos por nuestra derecha, seguimos por las calles Ntra. Sra. Del Paso, Almería, Travesía Polvorín, Vistalegre y por la calle Severo Ochoa, entramos en un descampado para realizar una preciosa y corta bajada por una senda trialera hasta la calle Aurora.  Seguimos por la calle que tendremos frente a nosotros y que es la calle Carrascoy, la cual nos llevará hasta la Avda. de los Jerónimos, la cruzamos y continuamos por el carril asfaltado que veremos frente a nosotros y que nos llevará hasta una rotonda.

Saldremos de ella por la segunda salida que es el carril de los Arcos, lo seguiremos hasta desembocar en el carril Cipriana y continuamos por el, tendremos un bonito perfil de la parte trasera del monasterio de los Jerónimos. 


Al final de este carril Cipriana giramos a la derecha y continuamos por el carril Torre de los Martínez, que sigue en parte la acequia de Aljufía.

Este carril desemboca en la carretera de Guadalupe, giramos a la derecha y continuamos por la senda de Granada. Sin dejarla cruzamos bajo la autovía A-30 por un túnel.



Entramos en Murcia y continuamos por la misma senda de Granada, cruzamos la Avda. Miguel de Cervantes y posteriormente la Avda. Juan Carlos I, y por el carril bici nos dirigimos y cruzamos la Avda. Reino de Murcia.    Ahora seguimos por el carril de los Antoñejos que nos llevará hasta el MOLINO DE ALFATEGO.


Este molino del marquesado de Espinardo o Alfatego del S.XV, situado sobre una de las acequias más antiguas de la huerta murciana Alfatego, que es un ramal de la acequia mayor Aljufía.   Se encuentra en muy mal estado, cercado por una valla metálica, está considerado como un bien inventariado B.I.  Tiene 2 piedras y ha perdido parte de su maquinaria.







Ahora continuamos el recorrido siguiendo el carril molino de Alfatego en busca del carril Herreras y Moreras, una vez en el proseguimos hasta el carril Alameda de los Pinos, que nos conducirá hasta la Avda. D. Juan de Borbón, pasando antes por un precioso paraje donde veremos la parroquia de Ntra. Sra. De la Encarnación rodeada de altos pinos.



Seguidamente y tras cruzar la Avda. Juan de Borbón, giramos a la derecha y continuamos por la vía de servicio, tomando poco después la tercera calle a la izquierda, que es la calle acequia de Churra la Vieja. 

Seguimos por ella hasta desembocar en el jardín frente a la Iglesia del Cabezo de Torres, aquí giramos a la izquierda por la calle Jaime I, esta desemboca en al calle Mayor, y siguiéndola llegaremos al campo de futbol,  junto a el tendremos el MOLINO ARMERO.




Este molino Armero construido sobre la acequia de Churra la Vieja en el Cabezo de Torres, era un molino pimentonero, propiedad de la familia Armero y datado sobre el siglo XVII, cesó su actividad hace unos 15 años.
Este molino está construido sobre una alberca islámica, está datado sobre el siglo XVII.
Próximo a el hay unos restos de una muralla árabe y un jardín propiedad del ayuntamiento.




Continuamos ahora por la calle Primero de Mayo hasta alcanzar el carril de los Gregorios, prosiguiendo por el hasta llegar a la Avda. Juan XXIII y por esta, hasta converger en la Avda. Cabezo de Torres, salimos a la Avda. Reino de Murcia, continuamos por el carril bici hasta llegar a la Avda. Reino de Valencia y por ella hasta el camino Viejo de Monteagudo, donde encontraremos el MOLINO DE BATAN.





El molino de Batán se encuentra sobre el Azarbe Mayor, en la actualidad está como casi todos los molinos abandonado y en bastante mal estado. El Azarbe Mayor esta intubado, y la zona reconvertida, en parte, en un espacio recreativo. 




Tenía 2 piedras y se encuentra junto a los restos de una torre islámica, que sí que existe en la actualidad, pero en mal estado de conservación, apenas quedan algunos restos de su estructura tapial y con pintadas.







A pesar de estar declarado como Bien de Interés Cultural, el desarrollo urbanístico ha destruido parte de su entorno, y del propio cauce del azarbe apenas queda un tramo al aire libre adosado al molino de Batán.





En las fotografías se aprecia lo poco que queda de esa torre islámica, los restos no están bien conservación y muy poco o nada protegidos.










La zona donde se ubica este molino, está cercada por una valla metálica, pero normalmente se encuentra abierta; con lo que para volver nuevamente a la avda. Reino de Murcia y continuar la ruta, debemos salir por el carril molino de Batán siguiendo la tubería del Azarbe.
Si estuviese cerrada, habría que ir por las calles adyacentes.


Puente Viejo y el hotel Victoria tras el.

Continuamos por la Avda. Reino de Murcia, pasamos la rotonda de la carretera de Alicante y seguimos por el carril bici de la Avda. Miguel de Induráin hasta cruzar el río Segura.
A partir de ahora seguiremos por la margen derecha de río y en dirección al Puente Viejo


Esta parte de la mota del río, finaliza en una rampa de piedras, que nos llevará a la misma entrada de LOS MOLINOS DEL REY.




Molino del Rey o Molinos Nuevos

MOLINOS DEL REY O MOLINOS NUEVOS: en la margen derecha del río Segura se existían molinos sobre barcas, al menos desde el siglo XII.
Este edificio de los Molinos del Rey o Molinos Nuevos es un edificio rectángular restaurado, de corte neoclásico, su construcción se inició en 1785 y finalizó en 1794, se encuentra dentro del casco urbano de Murcia.
La obra fue impulsada por el Conde de Floridablanca, con la idea de que soportara las crecidas del río.







Al edificio principal se le añadierón nuevas dependencias a principios del siglo XIX. Fue conocido mucho tiempo como el molino de las 21 piedras. A partir de 1830 fue nuevamente ampliado, por lo que pasó a llamarse “Molino de las 24 piedras”.



Este molino, como ya sabemos, estaba compuesto por 24 piedras, que formaba el complejo harinero más grande de toda Europa y que en 1989 fue restaurado con un objeto más arquitectónico que de conservación. El proyecto de remodelación de este espacio fue realizad por el arquitecto Juan Navarro Valdeweg.

Vista del río Segura a su paso por la ciudad de Murcia, desde la parte alta de los Molinos Nuevos

En la actualidad funciona como un museo que alberga los elementos que permitían accionar las 24 piedras mediante la energía hidráulica



Vista de la torre de la Catedral de Murcia y parte del Palacio Episcopal



Junto al molino del Rey o molinos nuevos tenemos Las Caballerizas, que es uno de los ejemplos de la arquitectura civil del siglo XVIII, conservados en la ciudad.  Es un edificio abovedado sostenido por tres sólidos pilares de piedra.
En origen fueron las cuadras del molino y del parador del rey.




Dejamos este molino del Rey y por las calles Molinos, Regaliciar y Álamos, llegamos nuevamente a la mota del río junto al puente de Manterola.
Antes de cruzar este puente para continuar por la margen contraría del río, veremos otro de los molinos que están ubicados en el caso urbano de Murcia, en este caso tenemos los restos del MOLINO DE LOS ÁLAMOS.

Vista de los restos del Molino de los Álamos (Murcia)

Este molino datado del siglo XVIII tenía 3 piedras, llamado asimismo como el Matadero, por la fábrica que había junto a el. La estructura de este molino fue construido con sillares de piedra y ladrillo, en la actualidad se conserva el basamento y algunos pilares y arcos del edificio.


Frente a el y en la margen contraría del río se encuentra el molino de San Francisco, ambos eran abastecidos por la misma represa del Malecón o azud menor del Malecón. En su última etapa en activo, en los años sesenta, eran utilizados para moler pimentón.

Vista del molino de San Francisco desde el Molino de los Alamos



Aun se pueden apreciar en pie algunos arcos de su estructura






Dejamos este molino de Los Álamos y por el puente de Manterola pasamos a la otra margen del río para continuar la ruta, pero antes visitaremos otro de los cuatro molinos que había en el casco urbano de Murcia.
En esta ocasión y en la margen izquierda del río se encuentran los restos del MOLINO DE SAN FRANCISCO, también conocido por el Molino de Roque.




Este molino también esta datado del siglo XVIII, tenía 4 piedras y estaba construido de sillares de piedra y ladrillo.
Se llamaba así por estar ubicado junto al antiguo convento de San Francisco.
Al igual que el anterior, también se alimentaba gracias a la represa del Malecón.

Vista del Puente de Manterola sobre el la Represa o Azud  menor del Malecón
A partir de ahora continuaremos por el espacio que han arreglado por la mota del río hasta la salida que hay pasado el colegio de los HH Maristas y que nos llevará al cortado del Malecón, ahora seguimos por la carretera hasta el final del mismo donde nos encontraremos la estatua del Don José María Muñoz. 



Estatua de bronce sobre pedestal en honor de esta persona que donó dos millones de reales, para paliar los daños de la terrible riada de Santa Teresa (15 de octubre de1879).




Junto a las escaleras que marcan el final del paseo del Malecón, tenemos otro de los muchos puentes sobre la acequia mayor de Aljufía.

A partir de este puente tan solo nos queda continuar por esta carretera durante unos 260 metros, y estaremos nuevamente frente al molino del Amor, dando por finalizada esta preciosa ruta sobre la acequia mayor de Aljufía, y el patrimonio, cultura popular y la vida tradicional de la gente de la huerta de Murcia y su relación con esta red hídrica.